lunes, 20 de febrero de 2012

Campeonato de España de Cross por equipos en Castellón!


Llega el día, me despierto el primero del hotel para bajar a desayunar concentrado y solo, y bajar la comida con el tiempo preciso. Me cambio; me pongo esa equipación de Eliocroca y encima aquella camiseta técnica que ponía C.T. Lorca con orgullo y sin que se entere el Mister, salgo de ese hotel en el que habia dormido tan intranquilamente.

Me paseo por el circuito, mirando a los técnicos ponerlo todo a punto para el evento mientras el sol a penas empezaba a salir al fondo, debajo del mar. Un circuito bonito, todo plantado de césped y llano, especialmente llano.



Después de unas horas viendo correr y observando como debía hacer la salida comencé yo y mi equipo a calentar, los nervios ya se habían apoderado de mi, pero me daba igual, ya estaba concentrado.

Llegaba la hora, y todos estábamos metidos en nuestro cajón, yo el primero del equipo como otros muchos, en un total de 50 cajones con 300 atletas juveniles dispuestos a darlo todo por su equipo, y Puuuuuumm!! Pistoletazo de salida, tras un tiempo pensando antes de la salida decidí salir a sprint puro para que no me encerrasen en la salida pero fue inútil ya que aunque conseguí salir el primero de la carrera a los pocos metros me habían hecho una encerrona y me tuve que adaptar al ritmo de los que se habían quedado conmigo en el 100 puesto mas o menos y los nervios se redujeron hasta tal punto que solo había concentración en mi pensamiento.



La carrera que era de 6500m en 3 vueltas parecía corta pero la 2 y 3 vuelta eran de 2500m y en ese ciucuito aparentemente bonito no habia nada mas que curvas y ams curvas y cuando estabilizaba mi ritmo, otra cuerva y viento de cara, era un infierno, se hacia eterna la carrera; no petaba a penas nadie, todos se conocían a la perfección, mientras yo pasaba a alguno de vez en cuando pero siempre con mi grupo al que me había adaptado y que, al parecer, tenían las mismas fuerzas que yo.... parecía todo ir bien, la carrera era perfecta, y llegaron aquellos últimos 500m en los que se me escapo un poco el grupo y no logre seguirlos, unos 3 segundos no mas.... y entonces llego la recta de meta, donde desconecté el cerebro, desconecte de tal manera que esos 150m de recta los hice mas rápido que un 300m a tope fresco, no sentía la respiración, no sentía el cuerpo, ni las piernas, ni cualquier musculo, solo sentía el querer adelantar ese grupo que se me había escapado 10 segundos, y que finalmente tras un ultimo aliento me quede en la mitad de ese grupo y no pude adelantarlo...

Crucé la línea de meta, me caí al suelo, pensé no me responden las piernas, me dijeron que me levantara, lo hice, pero a los pocos metros me volví a caer, y hasta pasados 3 o 4 minutos no pude levantarme para coger un botellin de agua y salir de aquel infierno de circuito en el que había sufrido mas que nunca, SI, más que nunca.



Salí contento, no por el resultado ni por el tiempo ni por nada de eso, sino porque había sufrido de verdad, ya sentí lo que era el sufrimiento de un verdadero atleta, eso me hizo pensar en todo el viaje de vuelta en lo bien que lo he hice. Me quede el 113 de 300 participantes, parece no muy buen puesto pero para mi es un puesto que merece la pena realmente, y que aunque no me fuer realmente bien, Me vine con una sonrisa de oreja a oreja a mi casa.

Sergio Martinez Miñarro, un Triatleta Dedicado,

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